3/10/09

Inventario.

Tengo 30 años
y el pelo negro como el rumor de botas
Tengo 30 años
y los dientes con herrumbre de barco encallado
tengo treinta años
y la barba de un mago de Solentiname
treinta años y
las uñas de una puta
de un bohemio
de cualquier cocainómano
treinta años
y los pulmones con surcos
y los ojos rojos de maconia
de sueño
de tiza
de ceguera
y el hígado de bukowski
ayuno de poemas
y la mirada última de Alejandra hacia la pizarra
la misma mirada de Kafka a max brod
y la panza llena de risas
y un ron clavándome sus penas
y algun libro de theodor
y varios de adorno
Treinta años y los oídos
agotados de promesas
y las manos hacedoras
y gaviotas en la bicicleta
y un tatuaje de tres líneas en la frente
Treinta años con el sexo erguido
treinta y los cuatro acordes del charango
sol do mi séptima la menor
y un rulo colorado entre tantos
Treinta años y los pies más anchos que el río
forrados de alquitrán y espinas
Treinta años y cenizas de evangelio
de 20 verdades
de leninismo
y nuevas fogatas por venir
y un disco de spinetta
y otro de Charly
y ya vi lo que es inteligente ver
y escuché a Silvio con cara de comprometido
y hablé de la Revolución con el culo bien caliente
30 años
y el cadáver de mi viejo cosido en las retinas
y un título pro
y un catálogo de excusas para afiliarme
a las piernas de una mujer

Tengo 30 años
y la barba, el tarot
el blues
y un saco azul
cejas mefistofélicas
una jauría de poemas
y sigo
/sigue/
inventándome