Mates. Miles & Coltrane. Una lombriz mitológica
devora las estrellas heladas del invierno que será. Rouge. Un motor. Junio y
sus alfileres vudú clavados en la retórica de mis recuerdos. Me lleva de la
mano. Medias de red. Traición. Campanas que hacen la noche. Labio como ínsula.
Rodilla en tierra. Decir lo indecible en el viento frío. Tabaco encendido.
Chupar. Llenarse la boca de. Soltar. Tragar o casi. Decir lo que no. Amor.
Perdón. Frío. Mariposa. Ron. Ojos brillando. Adorno pétreo por paisaje todo.
Mirar. Creer. Saber que eso es lo que es. Miles. Coltrane. Yuxtaposición de
sexos. Primera luna llena del mes. Uno Nueve Nueve Seis. Se rasga en lluvia la
hora última del día. Pared de ladrillos barnizados. Tiempo. Artefacto ridículo.
Excusa. Infinito. Bye Bye Blackbird. Llanto u orgasmo. Figura y fondo. Oír.
Creer. Jugar a lo que ya nunca. Dejarse arrastrar hasta el sol. Otra media
mujer para la cínica colección. Tropezar asfalto. Pecado. Terror. Reloj. Fábula
autoinmune. Se seca en las sábanas la sangre de Mnemósine. Cuenco de madera sin
fiebres ya. Some day my prince will come. La lombriz embriagada de luceros y el
fetiche infanto-juvenil del eterno retorno.
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