20/3/17

Mariposas.





“y la muerte no tendrá dominio”
Dylan Thomas


Yo declaro: 
No quiero morir como el Paco Urondo
atravesado por el miedo del saber la tortura
No quiero morir como Walsh
diciendo verdades con balas en agonía
No quiero morir como Miguel Ángel Bustos
escindido entre la certeza y la ausencia
No quiero ser el Otro | el anónimo
vuelto río como lo que no sirve ni para carnada
vuelto asfalto ya recorrido de dolor y vergüenza
/por lo humano
vuelto huesito entre huesitos que nadie soplará
/como flauta

No quiero ser /tampoco/ el superviviente
que nombra lo morido y trae al mundo de los días
los fantasmas de la noche perdida
que heroicamente memora el heroísmo
de la derrota
el que resuelve estratagemas con retroactividad prusiana
el que recuerda los nombres | pero perdió las voces 
el del dolor en el dolor y fuera del dolor
el que se ata el llanto en las coronarias y traga humo
y sabe que en el humo se hace nada

Na-da
Na-di-ta

¿No hablaré /acaso/ de Ellos?
De las mariposas que se oxidan sobre el telgopor
De las que no pueden hablar por sí
y precisan de lenguas extranjeras
para llorar sus fados
de los que mordieron sus propios gritos
para que no se diga que murieron en dolor

¿Cómo abraza el alma
un cuerpito en ausencia?
¿Dedicándole versos/promesas/venganzas?
¿Hay una pregunta que despregunte?
¿Una evidencia? ¿Una herida /siquiera/
para mi santo tomás?

Donde no hay tumbas
no hubo Humanidad

Donde no hay tumbas
el dolor recorre el aire
se multiplica
se duele
y no cesa

¿Dónde están las tumbas / hombrecitos cobardes?
¿Miedo a sus cenizas tenían /miliquitos cobardes?
¿Miedo a que las cenizas se juntaran y volvieran
/como vuelven siempre/ y se acordaran de sus nombres bestias
de sus cobardes rostros / de sus miserias?
¿A los fantasmas creados/temen/fraticidas cobardes?

Vuelan las mariposas / invaden una ciudad
llenan y desbordan la plaza mayor
es 24 de marzo del año 2016
las mariposas tienen treinta mil nombres
entramados en los dibujos de sus alas
se posan sobre nuestras cabezas
/sobre los pañuelos blancos
de esas viejas testarudas de amor

Las mariposas murmuran
y los miliquitos cobardes tiemblan de miedo
ante tanta belleza
ante tanta verdad
ante tanta pofía
de no morirse nunca y renacer

Yo no quiero morir
pero si he de hacerlo
quisiera la tenacidad
de esas mariposas. 

a las Madres de Plaza de Mayo
a las Abuelas de Plaza de Mayo
a los Hijos y fliares de detenidos-desaparecidos
a los 30.000, presentes siempre  

2 comentarios:

Jorge Curinao dijo...

Hermoso volver a pasar por acá. Saludos.

Sergio Felipe Mattano dijo...

Welcome back, Jorge! Gracias y abrazo grande!